Desarrollo prenatal
Vídeo desarrollo prenatal
Puesta en común
La transformación más increíble de toda la vida se produce antes de nacer. El embarazo es el periodo de tiempo comprendido desde la fecundación hasta el momento del parto.
Este se puede dividir en tres trimestres o tres períodos: la etapa germinal (los primeros 14 días), la embrionaria (2-8 semanas) y la fetal (desde 8 semanas en adelante); y el conjunto de todas ellas dura en torno a los 9 meses.
Gracias a los estudios que se han realizado en niños recién nacidos, se ha llegado a la conclusión de que el apego es un rasgo necesario para el correcto desarrollo del bebé. El alimento no es lo que hace que el bebé tenga apego hacia la madre, sino que son los cuidados lo que les aporta tranquilidad y seguridad. De hecho, durante el amamantamiento, la madre y el bebé establecen un vínculo debido a la conversación que tiene lugar entre ambos (con gestos, sonidos). El llanto es una forma de comunicación que usa el bebé para reflejar distintas necesidades, y es necesario para su supervivencia. Mientras que la aparición de la sonrisa, en un principio, surge como respuesta social, ya que descubre la respuesta positiva que provoca la sonrisa en los demás.
Los reflejos que han estado presentes durante el desarrollo prenatal, han servido como preparación para el niño recién nacido. Se siguen dando de igual manera, pero ahora tienen una labor adaptativa para protegerse de su entorno. Destacamos varios reflejos, como el de prensión plantar y palmas (contraer la palma de la mano o del pie con el contacto), el patelar (un golpe en la rótula que conlleva que el bebé estire la pierna) o el reflejo de succión (querer absorber lo que se le acerque a la boca, lo que le permitirá alimentarse de la leche materna). Estos son posibles debido al sistema nervioso.
Ese desarrollo del oído sigue existiendo cuando el bebé nace, y se con sonidos rítmicos pues le recuerdan al latido de su madre. En cuanto a la vista, no son capaces de enfocar y tardarán unos meses en poder ver lo que nosotros vemos, aunque ésto tiene la función de focalizar su atención en los rostros, fijándose especialmente en el de su madre para reconocerla.
Este se puede dividir en tres trimestres o tres períodos: la etapa germinal (los primeros 14 días), la embrionaria (2-8 semanas) y la fetal (desde 8 semanas en adelante); y el conjunto de todas ellas dura en torno a los 9 meses.
Gracias a los estudios que se han realizado en niños recién nacidos, se ha llegado a la conclusión de que el apego es un rasgo necesario para el correcto desarrollo del bebé. El alimento no es lo que hace que el bebé tenga apego hacia la madre, sino que son los cuidados lo que les aporta tranquilidad y seguridad. De hecho, durante el amamantamiento, la madre y el bebé establecen un vínculo debido a la conversación que tiene lugar entre ambos (con gestos, sonidos). El llanto es una forma de comunicación que usa el bebé para reflejar distintas necesidades, y es necesario para su supervivencia. Mientras que la aparición de la sonrisa, en un principio, surge como respuesta social, ya que descubre la respuesta positiva que provoca la sonrisa en los demás.
Los reflejos que han estado presentes durante el desarrollo prenatal, han servido como preparación para el niño recién nacido. Se siguen dando de igual manera, pero ahora tienen una labor adaptativa para protegerse de su entorno. Destacamos varios reflejos, como el de prensión plantar y palmas (contraer la palma de la mano o del pie con el contacto), el patelar (un golpe en la rótula que conlleva que el bebé estire la pierna) o el reflejo de succión (querer absorber lo que se le acerque a la boca, lo que le permitirá alimentarse de la leche materna). Estos son posibles debido al sistema nervioso.
Ese desarrollo del oído sigue existiendo cuando el bebé nace, y se con sonidos rítmicos pues le recuerdan al latido de su madre. En cuanto a la vista, no son capaces de enfocar y tardarán unos meses en poder ver lo que nosotros vemos, aunque ésto tiene la función de focalizar su atención en los rostros, fijándose especialmente en el de su madre para reconocerla.
Reflexión individual:
Al trabajar en grupo y reflexionar todo aquello que nos había llamado la atención del vídeo sobre el desarrollo prenatal, hemos podido sintetizar las partes más importantes. Muchas veces, en las escuelas falta ese diálogo. Por ello, me parece muy importante que en la universidad nos ayuden a tener en cuenta la opinión del resto y a saber expresar nuestro punto de vista.
Por otro lado, de esta forma he aprendido mucho más sobre el desarrollo prenatal que si hubiera tenido una diapositiva delante y solamente hubiera tenido que memorizar.
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